Mesut Ozil no pasa por su mejor momento anímico en el Real Madrid. Ha perdido algo de protagonismo con la llegada de Modric y, en los últimos partidos, Mourinho parece haberle dado un tanto la espalda.
El alemán no disputó ni un solo minuto del intenso duelo contra el Manchester City. Luego recuperó la titularidad ante el Betis, pero no salió en la segunda parte, como si hubiera sido señalado por su entrenador como el responsable de lo que estaba ocurriendo en el Villamarín. No es la primera vez que le pasa. También fue sustituido al descanso frente al Sevilla y contra el Deportivo, rival ante el cual recibió una fuerte reprimenda que provocó el episodio de la camiseta de Ramos.
Ozil lleva aguantando muchas este año, pero cada vez le cuesta más asumirlas. El último episodio fue su titularidad ante el Alcoyano en un partido cargado de suplentes en el Real Madrid. Encima, esta vez sí que Mourinho le dio los 90 minutos, algo que no del todo habitual está temporada. De los 16 partidos que inició el partido, no acabó ni la mitad (solo siete).
Ante el Atlético tendrá la oportunidad de reivindicarse. Es un partido especial y hay mucho en juego. El Madrid no puede permitirse otro tropiezo, así que tendrá que salir con todo. Y Ozil, que apunta a la titularidad, suele rendir a tope cuando se enfrenta a los rojiblancos e, incluso, golea.
En su primera temporada en España, marcó en tres de los cuatro derbis, siendo decisivo con sus goles. En Liga marcó en ambos. En el Bernabéu hizo el 2-0 definitivo de falta directa y en el Calderón puso el 0-2 tras un pase de la muerte de Marcelo. En Copa también marcó en casa, haciendo el 3-1 que daba tranquilidad para la vuelta, además de una asistencia a Cristiano.
Mesut se siente cómodo sobre el césped cuando juega contra los rojiblancos y sabe que demostrando su nivel en este importantísimo derbi puede recobrar la confianza de Mourinho. Lo necesitan ambas partes. Lo necesita el Madrid.
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