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Dos manos de 'San Iker'


Casillas volvió a ser San Iker. Mientras Cristiano acribillaba la portería del Celta, el capitán evitaba con varias intervenciones de mérito que los celestes hicieran lo propio en la suya y diesen la campanada.
El meta volvió a ser decisivo tras la tormenta desatada por sus dos suplencias consecutivas ante Málaga y Real Sociedad
El meta volvió a ser decisivo tras la tormenta desatada por sus dos suplencias consecutivas ante Málaga y Real Sociedad. Además, de paso alejó los fantasmas de esa tensión acumulada por el debate en la portería y que tanta factura le pasó en el último partido de Liga, tras tener que salir deprisa y corriendo para sustituir a Adán, que resultó expulsado a las primeras de cambio.
El Bernabéu lo tenía claro desde un principio. En la grada, la batalla entre Mou y Casillas se decantó claramente en favor del portero. Cuando se anunció a ambos por los videomarcadores antes del comienzo del partido, Iker fue aclamado, mientras que al técnico se le dedicó otra pitada importante.
Pero cuando verdaderamente el capitán blanco sintió el calor de su afición fue instantes antes del comienzo del partido. Mientras ambos equipos se cambiaban de campo, el Bernabéu se rindió al portero. "¡Iker, Iker, Iker"!, coreó la grada de manera unánime. Casillas levantó la mano y agradeció el apoyo incondicional.
En el punto de mira
Casillas se enfrentó a un partido en el que volvía a estar en el punto de mira con la normalidad de siempre, como si nada hubiese cambiado en los partidos anteriores. Volvió a sentirse importante y el equipo lo agradeció en la recta final del partido, cuando peor lo pasó el Madrid tras la expulsión de Ramos y cuando más exigió el Celta a Casillas. El meta demostró su calidad en dos intervenciones espectaculares y decisivas para que el Madrid mantuviese su ventaja en la eliminatoria. Tras cada una de ellas, sobre todo una a disparo envenenado de Augusto Fernández, el Bernabéu se rindió a su portero. Iker volvió a aparecer cuando el equipo más lo necesitaba, como casi siempre. Luego llegó Cristiano para terminar de rematar la faena.
Tras encadenar dos partidos encajando tres goles (Málaga y Real Sociedad), el Madrid consiguió acabar el partido ante el Celta con la portería a cero. Lo hizo gracias a un gran Casillas, que recuperó su mejor nivel tras unas semanas convulsas.
Iker repetirá titularidad en Pamplona ante Osasuna por la sanción de Adán. Después, en el triple enfrentamiento consecutivo ante el Valencia -los dos partidos de cuartos de Copa y el choque liguero en Mestalla- se verá si Casillas ha conseguido acabar de un plumazo con el debate en la portería o si Adán vuelve a tener opciones de pelear por la titularidad con el capitán blanco. Pero lo importante es que San Iker ha vuelto. Y lo ha hecho a lo grande.

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