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Otra fechoría de Messi, pero aquí no pasa nada

Cuando José Mourinho esperó a Teixeira Vitienes en el parking del Camp Nou para decirle un par de cositas se le llamó de todo. Recibió un escarnio público y se cebaron con él. ¿Cómo puede ser un tipo así de macarra y maleducado el entrenador del Real Madrid? se preguntaban los defensores del madridismo, que muchos hay, sobre todo en Barcelona.

 Supongo que ahora que Messi se ha ido a por Arbeloa y su esposa embarazada en el parking del Bernabéu –después de llamar a Karanka “muñeco de Mourinho” en el túnel de vestuarios- se le tratará del mismo modo. Sin duda, los guardianes de los ‘valors’ se rasgaran las vestiduras, la opinión pública pondrá a Messi en el paredón, y se tapara los ojos y los oídos a los niños cuando Leo salga en televisión. Escupitajos, balonazos a la grada, insultos, macarrismo de parking… Messi está desquiciado contra el Madrid, seguramente porque hace mucho que le pillaron el truco y no se come un rosco. También porque en los duelos directos Cristiano Ronaldo le saca varios cuerpos de ventaja. Pero que no se preocupen en Barcelona, nada de eso le pasará factura; Leo mantendrá en el imaginario colectivo su imagen de chaval limpio, humilde, simpático e incapaz de romper un plato por muchas fechorías que cometa.

Cuando el Real Madrid habló de los árbitros -después de una insoportable sucesión de injusticias- se dijo que era el discurso de los perdedores, las excusas por el mal juego, la demostración del mal perder y la falta de señorío. Sin duda, el club estaba ‘mourinhizado’.

 Supongo que ahora que los referentes culés pían por un 0,0001% de lo que el Madrid lleva años sufriendo, se les tratara de igual manera. Ya verán como las grandes voces arremeten con furia contra esas quejas y en cada rueda de prensa se le buscan las cosquillas a los jugadores y técnicos del Barça.

Cuando el Madrid juega a la contra es un equipo pequeño, miedoso, que se agazapa detrás y ataca directamente a la belleza del fútbol y a su propia historia.

Supongo que todo el barcelonismo no ha podido dormir por la indigestión de contragolpes culés del Bernabéu –el 90% de las ocasiones del Barça vino por esa vía- y que tras despertarse con ronchas esta mañana, han peregrinado a la Masía para purgar esa ofensa al fútbol de toque. A estas horas deben seguir escribiendo en la pizarra “prometo no jugar nunca más al contraataque”.

Cuando el Real Madrid da una demostración de casta, orgullo y coraje, se dice que ese es su único argumento, el físico y la testoesterona.

Cuando el Barça juega con casta y coraje. Ah no, perdón, eso no ha sucedido nunca. PD 1: El que hubiera puesto a Adán de titular contra el Barça que levante la mano.

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