El equipo 'merengue' goleó 8-0 a Millonarios en el homenaje a Alfredo Di Stéfano.
Mientras en Colombia se discutía este martes sobre la posibilidad de que Millonarios devuelva las dos estrellas ganadas en 1988 y 1989 por los nexos del club con el capo Gonzalo Rodríguez Gacha, en España los hinchas azules se ilusionaban con el partido que su equipo estaba a punto de jugar contra Real Madrid en el trofeo Santiago Bernabéu . La alegría de la entrada fue opacada por los ocho goles que metieron los jugadores locales.
Para la mayoría de los seguidores colombianos era una oportunidad de oro, puesto que no veían a su equipo desde hacía años. Eran realistas, por supuesto, conscientes del gran tamaño del rival. "Lo importante es que demos buena imagen", decía el bogotano Fabián Rendón a la entrada al estadio Santiago Bernabéu en Madrid. "Que el equipo entregue todo y sea un partido que valga la pena".
"Yo soy seguidora de Barcelona y me gusta el fútbol", explicaba la española Gabriela Sama, a quien le habían regalado las boletas. "Sin embargo, vengo al estadio del Madrid porque me gusta observar tipos de juegos diferentes".
Las imágenes más curiosas fueron las de familias con camisetas de ambos equipos. En muchas ocasiones los hijos de colombianos que nacieron en España dudaban a cuál equipo apoyar. No es el caso de Nícolas Mora, un niño de seis años que lucía orgulloso la camiseta de Real Madrid. La razón es lógica: se trata de su equipo; él juega con los alevines merengues (como llaman a los del Real Madrid).
Unas pocas personas intentaban revender boletas a veinte euros (cerca de cincuenta mil pesos). Muchos las habían comprado hace varias semanas por cuarenta (casi cien mil pesos). No pocos las habían recibido como cortesía.
Ni la ilusión inicial ni la frustración final borraron la polémica sobre la posible devolución de las dos estrellas azules. Una pequeña encuesta realizada al azar en el estadio demostró que la enorme mayoría se muestra contraria a la idea.
"Eso ya es el pasado", dijo el colombiano Sergio Sabogal. Alfredo Rendón, de Bogotá, fue más lejos: "Es la idea más ridícula que he oído", aseguró. "En Colombia no hay un taxista que no haya recibido aunque sea un peso del narcotráfico y ¿por eso vamos a echarlos a todos?".
A la salida la alegría de los seguidores del Real Madrid contrastaba con los grupos de colombianos cabizbajos con camisetas azules, que se repartieron en diferentes direcciones. Algunos llevaban las bufandas que se fabricaron de manera especial para la ocasión y se vendieron en los puestos alrededor del estadio (diez euros: 23 mil pesos). Es el recuerdo de una ilusión que se deshizo a patadas.
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